El CV es un listado claro y conciso que muestra información sobre tu educación, experiencia profesional y otros logros que sean relevantes para la institución a la que estés aplicando. De hecho, un buen CV debe tener entre una y dos páginas de extensión.
No es el documento que le enviarías a un potencial empleador, como puedes ver en este artículo. Como tu audiencia es un comité de admisiones, debes ser estratégico con la información que presentas.
Haz una lista con toda tu experiencia académica y profesional, incluyendo prácticas profesionales, voluntariado, actividades extracurriculares, idiomas, habilidades técnicas, premios, etc.
Escribe una descripción breve de cada uno de los elementos anteriores que señale qué hiciste y qué lograste.
Separa esta información por secciones:
Información de contacto.
Educación.
Premios y reconocimientos.
Publicaciones y presentaciones.
Intereses.
Experiencia profesional.
Experiencia académica.
Cursos, diplomados o especialidades adicionales.
Experiencia en investigación.
Docencia.
Servicio a la comunidad o voluntariado.
Redes, asociaciones y membresías.
Habilidades adicionales (técnicas e idiomas).
Referencias.
Elimina la información que no es relevante o útil para la universidad. Identifica cuál es el perfil que busca la universidad y cómo reflejar que cumples con el perfil. Algunas de las secciones que dijimos se vuelven irrelevantes o extremadamente importantes, según el tipo de programa al que vas a aplicar. Por ejemplo, para un MBA, las redes y los proyectos son fundamentales, mientras que para una PhD, la experiencia en la investigación, la docencia o las publicaciones son más relevantes.
Debes adecuar tu CV dependiendo del lugar al que estás aplicando, es decir, debes modificar tanto el contenido como el orden de las secciones, para reflejar que cuentas con las características que está buscando la universidad.
Acuérdate de que forma es fondo. Las universidades leen cientos de CVs, por lo que llamar la atención de la universidad te permitirá destacar sobre el resto de los candidatos. Por cierto, entre las posibilidad que tienes para destacar, no está el agrandar el tamaño de la foto que aparece en el CV. De hecho, en lugares como Estados Unidos, es culturalmente más adecuado enviar el CV sin fotografía.
En las siguientes ligas puedes encontrar diferentes diseños de CV:
Si ninguno de estos te convence, también podrías pedir uno a alguna persona conocida que haya egresado de un programa similar al que te interesa.
Una vez que ya hayas escogido el diseño de tu CV, es hora de comenzar a redactar y rellenar el formato.
Aquí te compartimos algunos consejos generales que te ayudarán:
Utiliza negritas, cursivas y/o mayúsculas para destacar los títulos/encabezados.
Usa frases cortas y simples.
Piensa si hace falta describir las actividades que realizaste en cierto cargo o posición. Si lo vas a hacer, habla en primera persona y mantén el mismo estilo a lo largo del CV.
Procura reportar tus logros en cifras medibles.
Evitar errores de ortografía.
Antes de mandarlo, es recomendable que otras personas lo revisen y te den retroalimentación tanto sobre el contenido como sobre el formato.
No incluyas foto. En algunos países se entiende que puede ser fuente de discriminación.
Crea y actualiza tu perfil en LinkedIn. Agrega a tus amigos y compañeros del trabajo y universidad y escoge una foto profesional tuya para completar el perfil.