Éste es un nuevo comienzo. Es un punto de inflexión en tus estudios y vida social. Por ello, es una excelente oportunidad para indagar y aprender de todas las oportunidades, actividades y clases disponibles para ti.
Estás en un área de conocimiento nuevo. Manténte alerta para identificar qué de esa área es lo que te llama la atención. Pregúntale a tus profesores, compañeros mayores y profesionistas que conozcas qué les gustó más de estudiar la carrera, cómo se fueron especializando y cómo se ve la vida luego de obtener el título. Esto te va a exponer a áreas y especialidades que te pueden interesar.
Saber un idioma extranjero es fundamental no sólo para estudiar en otros países, sino para ampliar tus posibilidades profesionales y laborales. Utiliza las oportunidades que te brinda tu escuela. Si quieres ir por más, sé autodidacta: lee en otro idioma, escribe a una persona que domine el idioma, ve películas con y sin subtítulos, escucha podcasts, abre grupos de conversación en línea, etc.
Desde hacer voluntariado hasta asociaciones estudiantiles o revistas. Si lo disfrutas, sigue haciéndolo. No temas probar cosas nuevas. Estas actividades están construyendo un mejor CV. Se trata de mantenerse motivado y expectante, para ir descubriendo nuevos intereses.
Las habilidades y hábitos de estudio que aprendas aquí te van a preparar para el posgrado y la vida. Échale ganas a la escuela y trata de hacer los mejores exámenes posibles. Si te resulta difícil, pide ayuda, sé creativo.
Te darás cuenta de que la carga de trabajo en la universidad es mayor que la que tenías en bachillerato. Tienes más independencia y responsabilidad sobre el manejo de la carga de trabajo y las fechas de entrega. Te sugerimos empezar a priorizar (no trates de hacer todo: haz lo que te parezca esencial o te genere mayor interés), organiza grupos de estudio y calendarízate. Después de todo, tener éxito en la universidad depende de saber balancear tu tiempo.